Pero el viaje de tres días por Iowa, Minesota e Illinois - tres estados considerados clave para su campaña por la reelección en 2012 - podría ponerlo delante a votantes que, según muestran los sondeos, están furiosos con las disputas políticas en la capital estadounidense.
Iowa, que inició el histórico viaje de Obama a la Casa Blanca en 2008, ha recibido estos días a aspirantes a la candidatura republicana que han atacado enérgicamente su gestión.
La Casa Blanca dice que el presidente realizará la gira para escuchar a los estadounidenses sobre sus inquietudes por la economía y hablar con ellos sobre la forma de crear empleos. No está previsto que dé un discurso de alto perfil sobre sus políticas o nuevas iniciativas económicas.
La gira con indiscutibles tintes de campaña electoral ayudará al presidente demócrata a poner a prueba el apoyo y organizaciones de sus partidarios mientras el bando republicano comienza a tomar forma.
El gobernador de Texas, Rick Perry, entró el sábado a la contienda por la nominación republicana y se espera que se sume a Mitt Romney y Michele Bachmann como uno de los aspirantes más fuertes del partido opositor.
Bachmann ganó un sondeo informal el sábado en Iowa, en la primera gran prueba para los aspirantes republicanos, en la que ex gobernador de Minnesota Tim Pawlenty obtuvo un resultado decepcionante que le llevó a anunciar el domingo su retirada de la carrera presidencial.
El director de comunicaciones de la Casa Blanca, Dan Pfeiffer, dijo que Iowa tiene una conexión especial con Obama y afirmó a periodistas que el líder estadounidense estaba contento por poder finalmente salir de Washington. La gira tiene lugar después de un periodo difícil, plagado de malas noticias que afectaron la confianza en su liderazgo, particularmente después del amargo debate sobre el límite de la capacidad de endeudamiento del país, que expuso profundas divisiones partidistas.
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